viernes, 11 de octubre de 2013

la delincuencia

                                                             la delincuencia


La delincuencia juvenil hace referencia a los delitos cometidos por los menores de edad. La mayoría de los sistemas jurídicos, al abordar tales conductas, utilizan órganos judiciales ad hoc, como los tribunales de menores, prevén determinadas especialidades procesales para su enjuiciamiento y cuentan con medios coercitivos específicos para su represión, como los centros juveniles de detención.
Los delitos juveniles suelen recibir gran atención de los medios de comunicación y políticos. Esto es así porque el nivel y los tipos de crímenes juveniles pueden ser utilizados por los analistas y los medios como un indicador del estado general de la moral y el orden público en un país y, en consecuencia, pueden ser fuente de alarma y de pánico moral.
Como la mayoría de los tipos de delitos, los crímenes cometidos por jóvenes se han incrementado desde mediados del siglo XX. Existen múltiples teorías sobre las causas de los crímenes juveniles, considerados especialmente importantes dentro de la criminología. Esto es así, porque el número de crímenes cometidos crece enormemente entre los quince y los veinticinco años. En segundo lugar, cualquier teoría sobre las causas de la delincuencia deberá considerar los crímenes juveniles, ya que los criminales adultos probablemente habrán tenido un comienzo en la delincuencia cuando eran jóvenes.


Perspectivas teóricas en delincuencia juvenil

Teoría de la elección racional

La criminología clásica considera que las causas del crimen tienen principalmente su origen en el propio delincuente, más que en su entorno externo. Para los clasicistas, lo que motiva a los delincuentes es el propio interés racional, y se remarca la importancia de la decisión libre y de la responsabilidad personal. La teoría de la elección racional es el ejemplo más claro de este planteamiento.

Teoría social de la desorganización

Los planteamientos positivistas actuales generalmente se centran en la cultura, lo que produciría la ruptura de las relaciones de familia y con la comunidad, de los valores y con un mayor individualismo. Estudios demuestran que solamente un 16 por ciento de los niños harán algo malo, al contrario que un 26 por ciento de los adultos hará algo ilegal.

Teoría de la tensión

La teoría de la tensión se asocia principalmente al trabajo de Robert Merton.  Creía que en la sociedad hay trayectorias institucionalizadas hacia el éxito. La teoría de la tensión sostiene que el crimen es causado por la dificultad que tienen los que viven en pobreza para alcanzar por medios legítimos metas socialmente valoradas. Para aquellos que, por ejemplo, no consiguen logros educativos es más difícil alcanzar la riqueza y el estatus social asegurado por un empleo bien pagado, y por tanto, es más probable que utilicen medios criminales para obtener estas metas. Merton sugiere cinco adaptaciones a este dilema:
  • Innovación: individuos que aceptan metas socialmente aprobadas, pero no necesariamente los medios socialmente aprobados.
  • Retirada: los que rechazan metas socialmente aprobadas y los medios para adquirirlos.
  • Ritualismo: los que compran en un sistema de medios socialmente aprobados, pero pierden de vista las metas. Merton creía que los consumidores de droga están en esta categoría.
  • Conformidad: los que se ajustan a los medios y a las metas del sistema.
  • Rebelión: gente que niega metas y medios socialmente aprobados creando un nuevo sistema de metas y de medios aceptables.
Una dificultad con la teoría de la tensión es que no explica por qué los niños de familias con ingresos bajos tendrían un mal desempeño educativo en un primer momento. Indicar el hecho de que mucho crimen juvenil no tiene una motivación económica. La teoría de la tensión no logra explicar el delito violento, el tipo de crimen juvenil que causa la mayor ansiedad al público.

Delincuencia juvenil como fenómeno masculino

El crimen juvenil cometido por hombres es mucho más elevado que el femenino. Teóricos feministas y otros han estudiado las causas de este fenómeno. Una sugerencia es que las ideas de masculinidad pueden hacer que hombres jóvenes delincan con mayor probabilidad. El ser resistente, tener mayor capacidad, ser agresivo, atrevido y competitivo pueden ser maneras con las que los jóvenes expresan su masculinidad. La expresión de estos ideales puede hacer más probable que jóvenes adquieran un comportamiento antisocial y criminal. Alternativamente, algo que hace que los hombres jóvenes actúan como hacen es debido a la presión social para ajustarse a los ideales masculinos; los hombres jóvenes pueden ser naturalmente más agresivos, atrevidos, etc., pueden existir factores biológicos o psicológicos, la manera que los padres tratan a los hombres jóvenes pueden hacerlos más susceptibles de delinquir.
Según un estudio llevado a cabo por el doctor Kevin M. criminalista de la Universidad del estado de Florida (EEUU), los varones adolescentes que poseen cierto tipo de variación en un gen específico son más proclives a reunirse con otros delincuentes.

factores de riesgo 

Factores de riesgo individuales

Ciertos factores de riesgo se asocian con el potencial de violencia contra sí mismo y contra los demás. Es muy importante tener en mente que ninguno de estos factores por sí solo es suficiente para predecir la violencia. El utilizar estos factores simplemente como lista de cotejo para un joven en particular puede resultar inapropiado y hasta potencialmente dañino. Esta lista tampoco debe usarse para estereotipar o estigmatizar a un joven por el mero hecho de que aparente tener algunos factores de riesgo.

Factores de riesgo personales

  • Historial de rabietas o explosiones incontrolables de coraje.
  • Comportamiento violento pasado.
  • Recurrir típicamente a insultos o lenguaje ofensivo.
  • Comportamiento abusivo hacia sus compañeros o hacia los más jóvenes.
  • Historial de haber sido víctima de abusadores.
  • Patrón de amenazas violentas cuando tiene coraje.
  • Crueldad hacia los animales.
  • Comenzar incendios.
  • Uso y abuso de alcohol o drogas.
  • Haber intentado suicidio en el pasado.
  • Depresiones frecuentes o cambios de humor significativos .
  • Tendencia a culpar a los demás por sus problemas personales.
  • Experiencia reciente de humillación, pérdida o rechazo.
  • Demasiado interés en armas o explosivos.
  • Relaciones pobres con los compañeros, marginación del grupo, pocas o ningunas amistades cercanas.
  • Participación en cultos o pandillas.
  • Demasiado tiempo no estructurado.
  • Quedarse sin familia.

Prevención de la delincuencia

La prevención de la delincuencia es el término general empleado para todos los esfuerzos encaminados a evitar que la juventud participe en actividades criminales o antisociales. Cada vez más, los gobiernos están reconociendo la importancia de asignar recursos para la prevención de la delincuencia. A menudo es difícil que los estados proporcionen los recursos financieros necesarios para la adecuada prevención, las organizaciones y las comunidades. Por todo esto los gobiernos trabajan en colaboración para la prevención.

Consecuencias para la sociedad

La primera consecuencia de la delincuencia juvenil es la pérdida de la escala de valores,seguida de la violencia en la calle, trayendo consigo el temor de la población a salir por el incremento de estos grupos.
Otra consecuencia es la muerte de personas atacadas por los delincuentes,dando lugar a nuevas victimas como lo son la familia,que a su vez acarrean consecuencias psicológicas. generalmente la sociedad se preocupa mas por la prevención, castigo y rehabilitación del delincuente que por atender a la persona agredida;es importante tratar a los delincuentes pero a su vez lo es tratar a las víctimas.



Trastornos mentales no tratados

 Una vez que el delincuente juvenil alcanza la madurez es probable que continúe mostrando comportamientos de desadaptación y que aumente su riesgo de ser procesado a través del sistema de justicia penal como delincuente adulto. Debido al pequeño porcentaje de delincuentes adultos y juveniles habituales que contribuyen en alto porcentaje a los delitos violentos (es decir, asesinato y asalto con agravantes) el sistema de justicia penal debe supervisar esa pequeña población de criminales profesionales en un esfuerzo para prevenir la proliferación de delincuentes violentos serios.